Apuestas doble oportunidad
Los deportes con tres posibles resultados, como el fútbol o el balonmano, en los que se puede empatar, añaden un elemento más a lo complicado que es apostar. Y claro, muchas veces este tercer factor hace que los apostadores se puedan desanimar un poco ya que, ya no solo hay que saber cuál de los dos equipos es mejor y llega en mejor forma, sino que hay que abrir la posibilidad de que ninguno de los dos consiga marcar más goles que el otro y puedan empatar. Y precisamente por eso se inventaron las apuestas doble oportunidad.
El empate es un resultado realmente extraño en muchas culturas y por eso precisamente no lo contemplan. Por ejemplo, en la cultura estadounidense, ningún deporte lo permite, ya que según ellos siempre tiene que haber un ganador y un perdedor. De hecho, precisamente por eso las competiciones de futbol nacionales que se celebraban tenían reglas demasiado estrafalarias para lo que siempre había sido el fútbol para el resto del mundo.
Sin embargo, hay que decir que así se simplifica todo. Si siempre hay un ganador y un perdedor, todo es más fácil de entender y, por tanto, también es más fácil de predecir. Que el fútbol y otros deportes permitan el empate es algo que complica las predicciones y que puede echar para atrás a ciertos apostadores. Sin embargo, para evitar eso llegaron las apuestas doble oportunidad.
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¿Qué son las apuestas doble oportunidad?
Las apuestas doble oportunidad son aquellas en las que, cuando tenemos tres posibles resultados, elegimos dos. Es decir, que si tenemos la posibilidad de elegir el 1, victoria local, el 2, victoria visitante o la X, empate, con las apuestas doble oportunidad podremos elegir dos de estas tres posibilidades. Así, en las apuestas doble oportunidad tendremos la opción del 1X, del X2 o del 12.
Sí, como es natural, los que estéis acostumbrados a hacer quinielas os sonará, ya que es lo mismo que las apuestas dobles del gran juego de apuestas español.
Las apuestas doble oportunidad también están emparentadas con las apuestas Lay, es decir, las apuestas en contra. En estas apostamos contra un resultado en concreto. Por ejemplo, si juega el Betis contra el Espanyol y hacemos una apuesta Lay contra el Betis, estamos apostando a que el Betis no ganará, o lo que es lo mismo, que el Espanyol ganará o habrá un empate. En estas apuestas, apostamos en contra de un resultado en concreto, no de un equipo, por lo que también podemos apostar en contra del empate. Así, ganaremos si gana el equipo local o el visitante.
La única diferencia es el lenguaje y el lugar donde hacerlo. En teoría, las apuestas Lay o en contra solo se pueden hacer en casas de intercambio, pero gracias a las apuestas doble oportunidad, estas se pueden hacer, de facto, en las casas de apuestas tradicionales. Eso sí, en las casas de intercambio no hay márgenes y, por tanto, las cuotas suelen ser mejores.
Las cuotas en las apuestas doble oportunidad
Si en las apuestas simples tenemos que elegir un resultado, ya sea el 1 o el 2 en el caso de deportes sin empates, el 1, X o 2 en el caso de deportes con empates, o pronosticar quien ganar una carrera con múltiples equipos o deportistas, en las apuestas doble oportunidad, realizadas específicamente para los deportes con empate, podremos elegir dos opciones de tres. Esto quiere decir que, si todos los resultados tuvieran las mismas oportunidades para salir, en las apuestas doble oportunidad tendríamos más posibilidades de acertar que en una apuesta simple. Pues bien, esto es cierto o, al menos, se podría decir que con las apuestas doble oportunidad estamos mucho más cerca de acertar el resultado ya que se reducen las opciones de fallo.
Por este motivo también, es obvio que las cuotas van a ser menores en muchos casos y, de hecho, en todos los casos en donde el partido es el mismo, las apuestas simples tienen una cuota mayor que las dobles. ¿El motivo? Que las cuotas es el inverso de la posibilidad que una casa de apuestas le da a un resultado en concreto. En definitiva, que cuantas más posibilidades haya de que se dé ese resultado, la cuota será menor.
Vamos a poner un ejemplo, que siempre se ve mucho mejor:
El equipo A juega en casa ante el equipo B. El equipo A es mejor equipo y además juega en casa, por lo que las casas de apuestas le dan una cuota baja a su victoria. Sin embargo, nosotros hemos apreciado que últimamente no le están yendo bien las cosas y que el equipo visitante puede perfectamente empatar o incluso ganar en casa del equipo A. Como la victoria de B, aunque la vemos probable, tampoco nos da mucha confianza, pensamos que lo mejor es apostar al X2.
Pues bien, vamos a ver qué cuota nos quedará en este caso si las cuotas en la apuesta simple fueran estas:
Equipo A: 1.51 (66% de posibilidades)
Empate: 4.54 (22% de posibilidades)
Equipo B: 8.33 (12% de posibilidades)
Bien, pues si elegimos el X2, es decir, la apuesta doble oportunidad, deberemos sumar las posibilidades de ambas opciones y de ahí sacar la cuota. Este es el mismo procedimiento que hace la casa de apuestas. En este caso, el X2 tiene un 34% de posibilidades de que salga y, por tanto, la cuota es de 2,94€ por euro apostado.
Sí, la cuota es mucho más baja que la del empate o la victoria visitante, pero es mucho más segura en todas las ocasiones.
Estrategias en apuestas doble oportunidad
Las estrategias a seguir por los apostadores en este tipo de apuestas son muy variadas. Todas ellas son válidas, por supuesto y, además, todas ellas tienen detrás un gran trabajo de análisis para descifrar cómo llegan los equipos al partido y cómo son los equipos que se enfrentan.
Sin embargo, aunque existan multitud de estrategias la gran mayoría tienen en cuenta estos factores:
- Si son equipos poco goleadores y el favorito es el que juega en casa normalmente se pone siempre fijo una X, ya que perfectamente puede acabar empate a cero y un 1, ya que, aunque sea por poco, el favorito siempre tendrá más opciones de ganar y, además, juega en casa.
- Si el favorito juega fuera de casa, el factor campo puede ser esencial para que el que juegue de local tenga muchas opciones de, al menos, sacar un empate, por lo que en este caso, deberemos poner un X2.
- Si son equipos muy goleadores y además son equipos del mismo nivel, el 12 podría ser la apuesta más acertada, ya que un resultado inestable (es decir, con muchas variantes ya que hay muchos goles) tiende a la victoria de uno u otro equipo.
- Los partidos que se juegan en eliminatorias o las finales, en campo neutral, dependen de otro tipo de factores que no deberían tener en cuenta tanto los puntos anteriores. En estos casos, es mejor analizar esos encuentros fuera del contexto general de los partidos de Liga, que son los más comunes. Y en las finales el empate en los primeros 90 minutos es muy factible, pero lo que si nos queremos curar en salud, podremos poner la X y luego dar la victoria al equipo que creemos va a ganar. Es decir, descartar el 12.
- Por último, las apuestas doble oportunidad beben de las apuestas dobles de la quiniela, ya que son lo mismo. En este tipo de sorteos, se llaman variantes a los resultados de empate o victoria visitante, ya que lo más común es que gane el equipo local. Teniendo esto en cuenta, siempre hay que darle al menos una de las dos posibilidades al equipo que juega de local, al menos en partidos igualados. La victoria local es lo más común a largo plazo. Eso sí, también hay que tener en cuenta que la Quiniela y las apuestas tienen métodos distintos a la hora de premiar, ya que en las apuestas deportivas al fallar un solo partido perdemos toda la apuesta, por lo que es mucho más necesario analizar partidos de forma individual que en conjunto. Es decir, en la Quiniela podemos pensar que si normalmente hay más 1 y más X que 2, cuantos más 1X tengamos más resultados acertaremos y más dinero nos llevaremos. Es lógico. Esta forma de pensar en las apuestas deportivas no es válida.
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Mi opinión
Las apuestas doble oportunidad son una excelente ocasión para tener más posibilidades a la hora de acertar en partidos en donde no tengamos muy claro el resultado final. Obviamente, ganaremos menos dinero, pero acertaremos más apuestas. Es una estrategia a la hora de apostar claramente conservadora, pero que utilizándola bien nos puede dar muchos beneficios, ya que podremos cubrir posibles fallos también en combinadas que no sean claras.
Eso sí, tampoco es conveniente utilizarla en todos los partidos. Es cierto que el fútbol es un deporte con muchas sorpresas y en donde casi nunca se puede dar nada por hecho, pero como es natural, hay casos y casos donde utilizar las apuestas doble oportunidad.
Mi opinión es que son un recurso más que una forma de apuesta, por lo que no conviene utilizarlo siempre, ya que a veces, estaremos bajando la cuota innecesariamente.
